Un regalo, una experiencia ( parte 2 )

El final esperado.

Aunque el clima no nos puso fácil acceder al complejo de Cabanes entre Valls, como ya hemos explicado en el post anterior, finalmente llegamos.

En la masia los responsables se encargaron de agilizar los tramites de ingreso de todos los huéspedes de una manera fantástica y super eficaz, ya que tras el incidente de la entrada y como era lógico, llegamos todos a la vez.

Tras una breve explicación del funcionamiento de todo y de seleccionar nuestro menú para la cena, enseguida nos dirigimos al coche, con el que pudimos acceder hasta justo debajo de nuestra cabaña, cosa que se agradecía por toda la lluvia que había estado cayendo y que aún caia, aunque de manera muy sutil.

Una vez en la cabaña el clásico ritual de explorarlo todo no pudo faltar y además no decepcionó en absoluto, no faltaba ni un sólo detalle, ni decorativo ni de cualquier otra cosa que se pueda necesitar, es todo muy bonito, esta muy bien pensado para que no falte de nada en la estancia. (Y para hacer fotos de todo sin parar).

En resumidas cuentas el lugar es perfecto para desconectar de nuestra ajetreada vida, muy muy recomendable para cargar pilas y olvidarnos del estrés y nerviosismo de los que acabamos siendo víctimas sin querer. La perfecta inmersión en la naturaleza sin renunciar a las comodidades que nos hacen la vida más fácil.

Por fin llegamos a nuestra cabaña, la nuestra se llamaba Pla del Grévol.
Dentro era todavía más espectacular y bonita que por fuera.
Con todo lo necesario para una estancia de desconexión y relax absoluto.

Todo esta elegido con mimo y cariño para la comodidad del huésped y eso se nota. (yo me quede enamorada de esta butaca, donde te podías pasar horas leyendo)

Hasta desde la ducha la inmersión en la naturaleza es total.
No faltaba de nada, ni siquiera la estufa que a pesar de estar a mediados de junio tuvieron el detalle de dejarnos encendida para que no cogiéramos frio a causa del súper chaparrón.
Vista general de la cabaña Pla del Grévol
Aunque en nuestro caso no tuvimos ocasión de pasear demasiado a causa del tiempo, las cabañas están rodeadas de bosques y caminos por los que disfrutar de la naturaleza y desconectar del día a día.
Aunque lo que si que hicimos a la mañana siguiente, fue pasearnos por los alrededores de la cabaña para poder sacar estas fotos y disfrutar del entorno.. como digo, nos supo a poco.
Así nos despedimos de nuestra aventura en Cabanyes entre Valls, deseando tener pronto una nueva oportunidad de escaparnos a disfrutarlas.

De nuevo el Delta

Asi es como lo llamamos familiarmente entre nosotros… « nos vamos al Delta » no hace falta especificar cual, como si solo exisitiera uno, como si fuera el único… es curioso como los humanos tendemos a romantizarlo todo. Las cosas, los sucesos, los lugares…. La verdad es que con mi memoria de pez no me resulta facil recordar absolutamente nada pero lo que si esta claro es que incluso siendo así, el delta que he visitado esta ultima vez no es para nada el que conocía de veces anteriores. (No me atrevo a decir recordar)
La situación actual de sequía se hace notar en muchísimos lugares, siendo en algunos más visible que en otros y desde luego aquí no hace falta ser un experto para ver que hay muchas zonas convertidas ahora en tierra seca, donde antes había lagunas.

Esperando que en nuestra próxima visita encontremos un paisaje mejor hicimos eso si, muchísimas fotos para el recuerdo.

La belleza está en tus ojos

Sobre pretensiones y expectativas en los viajes

En nuestro ultimo viaje a Le Tarn, al sur de Francia llevaba muchas pretensiones, planes y sobretodo expectativas, me había leido todo lo habido y por haber de la zona, aunque seguro que me faltaba algo, siempre ocurre, había hasta cruzado al pais vecino a un pueblecito fronterizo para comprar una guia de viajes en francés pensando que por ser de la zona seria mas certera, cercana y concreta… en resumen que revelaría algún secreto, de esos que te hacen sentir el primero en pisar el lugar.

Como siempre al final lo mejor es vivir las cosas in situ y por uno mismo para asi hacer tus propios juicios y valoraciones.

Y exactamente eso es lo que nos pasó en un par de visitas de este viaje, una programada con mucha pretensión (habiendo creado grandes expectativas gracias a internet y a algún testimonio más) y que acabó siendo una gran desilusión de tan alto que habíamos puesto el nivel y una medio improvisada que al final sin pretenderlo acabo siendo una de las sorpresas del viaje, eso si agradable por supuesto, para igualar el marcador.

Cordes-sur-ciel fue uno de los lugares que más expectativa nos creó sobretodo en internet, está claro que todo tiene su momento y aquel que elegimos nosotros no lo era.

Lautrec, el pueblo que en este viaje nos dió una grata sorpresa.
Moulin à vent de la Sallette, un molino de viento en la zona alta de Lautrec.

El Parc de Loisirs de Lautrec nos proporcionó junto con el buen tiempo un rato de descanso muy agradable después de comer.

Volvemos a la carga

Después de un tiempo, bastante largo de parón, ya no sé ni si justificado o no, tanto de publicaciones del blog como de fotografíar con la cámara, me alegra poder decir que ya estamos de vuelta. Como mínimo con la fuerza e ilusión de quien arranca un proyecto nuevo.
Aunque no se trate realmente de algo nuevo como tal, ya que es más bien una mejora del anterior, lo que sí que si que es verdaderamente nuevo es la actitud y la ilusión con la que afrontamos esta nueva etapa de blog. Agradeciendo sobre todo que nos acompañéis en ella.
Muchísimas gracias a todos.

Una mini Provenza aquí al lado

Este campo fue la segunda sorpresa relacionada con la lavanda de esta mini escapada de verano a Le Lauragais.
La primera sorpresa fue poder visitar los campos en los que estaban plantadas las lavandas de las que extraían los aceites en la destilería que acababan de abrir por la zona.

No solo de lavandas estaba compuesto el paisaje, los girasoles daban otro toque de color al paisaje.