Setas y efectos de luz

No es ningún secreto mi inquietud por aprender cosas nuevas, sobre todo en lo que referente a fotografía por eso tampoco es de extrañar que al toparme por internet con algunos trucos caseros, me lanzara a probarlos casi inmediatamente. Esta vez el tema era conseguir unos efectos de luz y evidentemente involucraba alguna que otra seta. 
Me resultó curioso como con cosas tan sencillas como tela de andamio, un bolso de lentejuelas y un spray de agua se pudieran conseguir ciertos efectos que como poco son resultones para el fondo. 
Últimamente me estoy encontrando con bastante utensilio, digamos casero con muy buenos resultados y me parecen una fantástica alternativa al gasto que suele conllevar el material fotográfico, sobretodo cuando no estamos seguros de si el uso que le vamos a dar va a merecer la inversión. 
Pronto explicaré un nuevo truco que estoy probando estos días, sólo una pista incluye setas y luz . ¡como no!

 

El bosque mágico de Castellfollit

Érase una vez un bosque en el qué al igual que en tantos otros se podían buscar setas, con alguna salvedad, este bosque era mágico y  aquí las podías encontrar en cualquier época del año, no necesitaban la lluvia y  además no estaban en el suelo sino en los árboles, en sus troncos para ser más exactos y eran casi casi tan grandes como ellos, pero aun así no resultaba fácil verlas. Había truco, sólo podían verse de una manera, desde un punto en concreto y mirando con los ojos de un niño.
Así que haced memoria si decidís visitar este bosque porque si no puede que os marchéis sin haber visto ni una sola seta…. no doy más pistas y si podéis ir a visitarlo porque merece la pena.

 

Recuperando rutinas otoñales

«Si nos lo llegan a decir hace un año….» es una de las frases que más oigo en cualquier conversación últimamente y  es verdad que si nos lo hubieran avanzado no nos lo habríamos creído.

¿quien iba a decirnos que a estas alturas de nuestra vida tendríamos que buscar nuevos hábitos, nuevas rutinas, nuevas maneras de vivir nuestras vidas? 

Nueva normalidad insisten en llamarlo,  palabras como cuarentena, confinamiento y dentro de nada toque de queda, nos empiezan a resultar familiares. Personalmente tengo que  reconocer que a veces me cuesta un poco lidiar con lo que todo eso provoca en mi mente y que hasta mis propios pensamientos se me hacen bola.

 Por suerte para mi el comportamiento del ser humano esta compuesto de hábitos y en mi caso es muy valido ese dicho que reza » la cabra siempre tira al monte» ya que existe una costumbre en mi vida que ni es nueva ni mucho menos forzada sino mas bien todo lo contrario, soy asidua a los paseos por la naturaleza y si es con la cámara mejor. Ya hubo un tiempo en el que estas dos cosas la naturaleza y la cámara me ayudaron a superar una etapa difícil, de hecho me ha pasado más de una vez de modo que no veo porque en este caso no se pueda aplicar la misma fórmula. De hecho estoy en ello y de momento parece que los resultados hablan por  si mismos, más en unos aspectos que en otros, por supuesto.

A nivel técnico el hecho de haber cambiado de cámara y de marca me esta haciendo sentir como una aprendiz de nuevo, quizás un pelín aventajada pero aprendiz al fin y al cabo, lejos de agobiarme la situación me resulta agradable ya que el proceso de aprendizaje me obliga a estar plenamente concentrada en el momento presente, al final cada vez tengo más claro que mi terapia personal es la fotografía y que por más altibajos que tenga acabaré volviendo siempre a ella, es la historia de mi vida y lejos de querer cambiarla lo he llegado a comprender y a aceptarla como viene y dejarla fluir tal y como ella quiera. 

Nuevo otoño

Ha pasado mucho tiempo desde la última vez que pase por aquí, la verdad es que me moría de ganas pero han pasado tantas cosas, cámaras estropeadas, intentos de volver a la normalidad, falta de organización de escapadas o en todo caso limitación de las mismas en donde las fotos apenas tenían cabida y aunque todo ello no es excusa pasemos a las buenas noticias que es lo nuevo, la cámara nueva, a la que aun me tengo acostumbrar y las nuevas salidas fotográficas.

Este fin de semana hemos inaugurado el otoño y si, quizás un pelín tarde porque ademas viendo el tiempo que nos esta haciendo casi casi se nos junta con el invierno de modo que tendremos que saturarnos de salidas al bosque si queremos dar buena cuenta de la estación.

Descubre otras entradas de otoño.

Bienvenido otoño

El recién terminado verano ha sido largo e intenso, dos características bastante cargantes en si mismas, ya no digamos juntas.
En lo que a la fotografía se refiere la cosa ha sido totalmente opuesta, la verdad es que la cámara se ha tomado unas tremendas vacaciones pero, ya han tocado a su fin, curiosamente con el inicio de las mías, que cosas… así que junto con ella retomo el hilo de este blog, esperando que la próxima temporada sea intensa y provechosa en lo que a fotos se refiere.
Hablando de temporadas, la que comenzó  el lunes 23 de septiembre a  las 9.50 de la mañana promete  al menos en lo que a fotográficamente hablando, ya que para mi sorpresa en un par de salidas breves,  al bosque he vuelto con más material del que me esperaba, alguno incluso apto para la sartén.
Desde el año pasado, puede que incluso antes pero aun no era consciente de ello, me atrae muchísimo la fotografía micológica, supongo que una vez más el echo de que el sujeto se encuentre en plena naturaleza, con el paseo que su búsqueda conlleva, hace que el beneficio sea doble  y por eso me gusta más.
Ya hice algunos pinitos la temporada pasada, que por cierto recuerdo más fructífera que esta en estas mismas fechas, este año ha sido escaso en lluvias, esperemos que eso cambie.

más fotos de setas aquí:
https://txerideisphotos.blogspot.com/2018/09/belleza-toxica.html
https://txerideisphotos.blogspot.com/2018/10/la-llamada-del-bosque-en-otono.html
https://txerideisphotos.blogspot.com/2018/12/setas-y-luz.html

setas y luz

 Este otoño ha sido especialmente generoso en lo que a setas se refiere, como ya comenté alguna entrada anterior , (también aquí y aquí), y con lo que a mi me gusta experimentar, descubrí vía internet como no, un par de fotógrafos que hacen maravillas fotografiando setas; Thomas Ruf y Alex Alonso.
Salvando las distancias, que son muchas, debo decir que me encantó la experiencia, ya que como siempre unía dos de mis pasiones, naturaleza y fotografía, con lo cual imposible no disfrutarlo. Aquí dejo alguno de los resultados que pude obtener de las prácticas.

La llamada del bosque en otoño

A veces el cuerpo pide a voces cosas, y aunque somos expertos en hacernos los sordos, muy en el fondo,  somos conscientes de que hay que obedecer…
La mayoría de nosotros somos unos verdaderos maestros del despiste, hacían nosotros mismos, nos hacemos los locos y postergamos una y otra vez, con un montón de excusas, casi siempre muy validas, pero que al final nos acaban haciendo nada más que un flaco favor.
La naturaleza es sabia, en mi caso, como reza la frase, “la cabra siempre tira al monte” , pues ahí es donde acabo  yo, en el  monte, con la cámara de fotos y a lo que diga la suerte.., porque si una cosa tiene la fotografía de naturaleza es que por más que te prepares, nunca sabes al cien por cien lo que te vas a encontrar.
Como vengo diciendo y ya sabéis, últimamente me ha dado por las setas, que este año  han aparecido un poco pronto pero esta todo plagado, solo hay que saber buscar y si ademas las que buscas no suelen ser las más  » solicitadas» pues mejor que mejor.
¿que hay mas beneficioso que una caminata por el campo? y si ademas vuelves con alguna que otra foto guay y una tapita de setas ¿que más se puede pedir?

belleza tóxica

«Que se deje de setas tóxicas y traiga algunas comestibles»; es una de las frases y comentarios que más estoy recibiendo estos días, en los que mis escapadas al bosque son, casi exclusivamente, para dar caza a estos impasibles y pacientes modelos, que me tienen tan encandilada.
En esta ocasión nuestra modelo es muy llamativa, pero también muy muy tóxica. Pero queda tan bonita en las fotos…. 

Buscando setas

Como ya comenté en la entrada anterior , el otoño me parece, a nivel personal, la etapa mas propicia para la fotografía de naturaleza. Ademas de los colores y las luces tan llamativas y mágicas para la fotografía, hay algún que otro ser vivo más que fantástico para practicar esta afición tan maravillosa.
y si ademas te inspiras en algún  fotógrafo de micología que hace magia con la luz, de lo único que tienes ganas es de practicar, practicar y mejorar.
Al final sólo pueden salir cosas buenas, una ración de naturaleza, alguna que otra caminata y puede que incluso alguna foto buena. Lo importante es disfrutarlo mucho.

Atisbos del otoño

Dicen que el otoño es la época propicia para los fotógrafos de naturaleza, ya sea por los cambios de color en los árboles, la caída de las hojas en los caminos, la fluencia de setas por los campos, la suavidad de la luz…, el paisaje de viste de gala y la cuestión es, que el otoño invita a apurar las horas de sol e ir pensando en recogerse. Menos para los aficionados a las fotografías y a la micología, estas dos especies son las únicas ávidas de que llegue el fin de semana y haga un poco de buen tiempo, para echarse al campo en busca de sus presas. En el caso de los fotógrafos haya más posibilidad de éxito en la caza.
Mientras llega, los más impacientes registramos con ahínco nuestros bosques, en busca de cualquier pista, que nos anuncie nuestra época preferida para desenfundar la cámara e inmortalizar esa paleta de colores, que tanto nos gusta.