No deja de sorpenderme la cantidad de gente dispuesta a brindarte una mano cuando lo necesitas,
Vivir en un mundo donde predominan las prisas,el egocentrismo y la falta de empatía hace que aprendas a apreciar un sencillo gesto tan cotidiano como un apretón de manos, un abrazo, o sencillamente compañia, a veces virtual pero igual de válida en muchas ocasiones que la presencial.
Por eso desde aqui quiero agradecer a todas esas personas que en estos días me han ofecido, su mano, sus brazos, su paciencia y sobretodo su tiempo.
Muchas gracias a todos y cada uno de vosotros, que sepais que valoro mucho todos y cada uno de vuestros gestos y que a pesar de mi famosa mala memoria dudo mucho que olvide algo así.
Gracias a todos.