Lo que las fotos te gritan ; semiótica


Ahí es donde entra en juego la semiótica, a la que aludí un poquito en su día, 
Semiotica, simbolos y asociaciones.) y en la que hoy toca, quizás profundizar, un poquito mas … haremos un intento.

La semiótica es  la Ciencia que estudia los diferentes sistemas de signos que permiten la comunicación entre individuos, sus modos de producción, de funcionamiento y de recepción.


La semiótica bien afinada puede dar verdaderos resultados; con la vida moderna, las redes sociales en pleno auge, la comunicación se ha vuelto tremendamente veloz, hoy en día no leemos las noticias, apenas ojeamos los titulares, mientras deslizamos miles de imágenes en las pantallas de nuestros teléfonos móviles y tabletas.


Ocurre también, que a veces vemos cosas donde no las hay, o mejor dicho vemos lo que queremos ver. 
En mas de una ocasión somos víctimas de nuestro cerebro, que no para de lanzarnos mensajes, y algunos de ellos cifrados…
¿No os ha ocurrido estar pensando en una persona y confundirla seguidamente con una que te has cruzado?
¿O quizás que te guste mucho algo y verlo de repente en todas partes?
en mi caso particular, ha sido la segunda y  he tenido temporadas de ver mapas en todas partes….. 
algunos reales y otros no tanto…

El principio del viaje


Un viaje no empieza cuando cruzas, el umbral de casa con la maleta a rastras,  ni siquiera cuando compras los billetes en la agencia o por internet;  un viaje comienza a gestarse en tu cabeza en el momento en el que sabes que lo vas a realizar.
No tienes ni idea de a donde, no sabes ni cuantos días van a ser, ni tan sólo las fechas,  sólo tienes una idea aproximada de cuando, pero es ahí exactamente ahí, cuando se esta empezando a gestar tu viaje.

En el caso de algunos, ( hace poco descubrí que somos mas de los que creía) se basa en buscar localizaciones para tus fotos, y a partir de ahí se organiza solo, ya que las rutas acaban siendo un » simple» une los puntos y a veces una pizca de improvisación, de la que hay que decir,  a veces te aporta más que la preparación, que aun así sigue siendo necesaria.

Pasión por los viajes

Dicen que existe un gen que impulsa viajar, a moverse y estar en continuo cambio, a quien lo posee.
No deja de sorprenderme, con lo miedosa que suelo ser, que yo tenga ese gen…(lo tengo clarísimo),  no sé, desde cuando pero sé que lo tengo, lo que no sabia es que existía. 
Yo solía decir, y aun suelo decirlo aunque menos, que nací con un mapa e la cabeza (echo curioso,  hace poco descubrí que había un libro que se llama así, estoy en plena lectura del mismo, aunque ya puedo decir que es totalmente recomendable.)

Un mapa en la cabeza de
KEN JENNINGS, editorial ARIEL

La frase en cuestión,  viene del echo de que a pesar de mi mala memoria ( y esto si que es curioso) suelo tener un gran sentido de la orientación apenas precien llegada al lugar,  no es infalible a veces se me estropea… pero poco. 

Volviendo al gen, al que le han puesto un nombrecito… “ gen Wanderlust” ( gen de pasión por los viajes)  y que han identificado como DRD4-7R ( a mi me recuerda a mi robot cinematográfico favorito). 
El tema es que quien posea este gen «sufrirá» un irrefrenable deseo de viajar, por lo visto no es muy común solo lo posee un 20% de la población ( yo esto no me lo acabo de creer ya que conozco a un montón de gente apasionada por viajar o que pasa es que nos olemos, o nos atraemos por una fuerza misteriosa? Eso se lo dejaremos los científicos también.


Sea como sea y se llame como se llame, viajar es bueno para nuestra salud; abre nuestra mente, obligándonos a adaptarnos a nuevas situaciones,  nuevos horarios y  costumbres, sacándonos de la rutina.
Y todo esto es gracias a una hormona,  (vayaaa ¿que raro no?, pero esta es buena) la maravillosa dopamina, es la responsable de un montón de cosas fascinantes como la aceptación, la  curiosidad, el deseo de descubrir  y la creatividad.
También nos produce placer, motivación, nos hace recordar información y ademas nos proporciona extroversión social, todas ellas herramientas muy muy útiles para nuestros viajes.






Quizás más que un mapa mejor llevar algo de dopamina en nuestros viajes. 
Al final la mejor brújula la llevamos en nuestro interior. 


Por tierra, mar y aire, a lomos de un camello o caminando, da igual,  el tema es conocer lugares nuevos, explorar, y vivir nuevas experiencias.
Afrontar nuevas experiencias, nos hace crecer en muchisimos aspectos.






Perdiendo el norte

Perderse es un término tan amplio de significado, que a veces resulta hasta complicado de definir, uno puede estar perdido hasta dentro de su propia casa , todo depende de las circunstancias. 
A veces cuando te pierdes lo unico que necesitas es algo, o alguien, no que te indique el camino, que al fin y al cabo solo lo decides tu, sino más bien que te enseñe que vas bien por donde vas, ya que no por   ir por un camino que hasta ahora no conocias, estas perdido, simplemente es algo nuevo que te hace sentirte inseguro. 
  Alguien o algo que te diga que no pasa nada por sentirse perdido, que lo importante es andar el camino aunque ahora no sepas  exactamente el destino. 
 Una brújula estropeada, que no señala al norte, sino allá donde tu quieres y decides ir, como la de cierto personaje de ficción de la gran pantalla, puede ser más que suficiente para encontrar el camino correcto.