En noviembre del 2013 hicimos una escapada a la comarca gerundense de la Garrotxa, un lugar lleno de espacios naturales espectaculares, uno de ellos el clásico lago de Banyoles.
Hacia tiempo que había leído en un libro de fotografía que allí la luz era mágica, pero a veces son cosas que se dicen cuando le tienes cariño al lugar y lo consideras especial, o eso al menos pensé yo; que equivocada que estaba y que pronto lo comprobé. En principio disponíamos de una sola oportunidad ya que el itinerario nos permitía una sola visita, fotográficamente hablando es un riesgo, ya que no dispones de una segunda oportunidad y te tienes que conformar con las condiciones ambiéntales que te toquen, tanto si llueve, hace sol, esta nublado, es otra cosa que he ido aprendiendo a lo largo de mi trayectoria con la cámara de fotos.
En un principio me pareció un desastre de día, al menos hasta que llegué a casa y apliqué en las fotos las bondades del lightroom, bendito el momento ene l que me enseñaron a usarlo. (Y eso que en un principio era reacia a ello).
La verdad es que no me quejo para nada del resultado, más bien al contrario y aprendí un par de cosas, lo que te parece no siempre es lo que es ( hablando de fotografía claro) y que si que hay lugares donde la luz es mágica.
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1/60seg 14mm 0EV ISO100 medición matricial Panasonic DMC-G2 14-42 |
1/25seg 29mm 0EV ISO400 medición matricial Panasonic DMC-G2 14-42 |
1/250seg 14mm 0EV ISO400 matricial Panasonic DMC-G2 14-42 |
1/100seg 14mm 0EV ISO400 matricial Panasonic DMC-G2 14-42 |
1/320seg 14mm 0EV ISO400 matricial Panasonic DMC-G2 14-42 |