Parece que este invierno de 2023 la nieve se esta haciendo de rogar, no solamente no esta cayendo sino que además la poca precipitación que esta habiendo es en forma de lluvia y acaba de arrastrar la poca que hay, así que por lo visto va a costar conseguir fotografías invernales como las que estamos acostumbrados a ver por estos lares.
Esperando que todo eso cambie, hoy hemos sacado la cámara y hemos paseado en busca de alguna postal invernal.
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Tanto rogar por la nieve y…voilà!
Yo por mi parte he decidido aprovecharla al máximo.
Dicen que los fotógrafos prefieren el mal tiempo, y que las mejores fotografías son las que hacemos en condiciones adversas, supongo que tiene algo que ver con buscar lo diferente, con presentar algo fuera de lo cotidiano, a nuestra vista… y eso precisamente es lo que nos aporta la nieve, transformando un paisaje conocido en uno totalmente nuevo.
Lo que más cuesta es mentalizarse de salir a la calle con el temporal, pero eso se te pasa simplemente pensando que el resultado valdrá la pena, optimismo y fuerza de voluntad, dos ingredientes fotográficos que no siempre nos advierten en la receta pero que suelen aportar mucho al resultado final.
De modo que abrigaros y a disfrutar del paisaje.
Este año no hay apenas nieve, casi titulo el post, el año que desapareció la nieve, pero tengo la esperanza de que eso cambie. Y mientras esperamos tiramos de archivo, que para eso está.
Como digo siempre, mi archivo fotográfico me sirve las veces de memoria y así poder recordar con verdadera certeza qué aconteció en tal o cual fecha.
En el caso de este invierno, está ya más que clara la ausencia de nieve, las fotografías no hacen más que recordarme fechas concretas de las nevadas del año pasado.
Tengo la ilusión o esperanza de que se cumpla aquel dicho de que si piensas mucho en algo, acaba ocurriendo.. y como no creo que pueda sola quiero haceros pensar a todos en nieve…
A pesar de que no me guste el frío, en estas fechas soy el colmo de la incoherencia y me encanta salir al bosque a fotografiarlo justo después de una gran nevada, trasmite tanta paz, tranquilidad, calma.
El bosque nos transmite su estado en cada estación y en invierno nos recuerda lo importante del tan difícilmente dejar ir, hacer limpieza y dejar espacio para la renovación que acontece en la primavera.
Reservar nuestras energías, transformación interior y ralentizar nuestras vidas, limitarnos a vivir sólo el presente, así todo lo malo se transforma en bueno.
Parece sencillo pero ¿lo habéis logrado ya?
El pasado jueves 22 de marzo fue el día mundial del agua, un bien muy preciado para nuestra vida, indispensable en realidad y al que veces, apenas prestamos atención, ya que como casi todo, estamos acostumbrados a tenerlo sin apenas esfuerzo. No sabemos lo que es su falta. Ni tampoco somos muy conscientes de lo valiosa que llega a ser.
Tengo la suerte de vivir en un país, donde la naturaleza supera con creces a la superficie asfaltada, cosa que intento aprovechar siempre que me resulta posible, cámara en mano, por supuesto.
De lo que también tenemos mucho, sobretodo este año, es temperaturas bajas, eso no me gusta tanto pero intento disfrutarlo y sacarlo el máximo partido.
Hace tiempo que me fascina y me atraen irresistiblemente las formas que adopta el hielo, al formarse.y sobretodo cuando se deshace; cosa que quedó patente el año pasado en estos post .
Este año no ha sido menos, y he intentado sacar el máximo partido de las temperaturas invernales que por lo visto se están resistiendo a dejarnos. Se supone que estamos en primavera, pero a mi me da que tenemos hielo y nieve para rato.
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| las formas que adopta el hielo a veces son realmente caprichosas y bonitas también, porque no. |
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| Realmente son formas que dan muchísimo juego a la imaginación, ¿que veis en esta foto? |
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| las combinacion de madera y de hielo, dos elementos que aportan sensaciones tan distintas y que casan tan bien. |
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| las formas clásicas nunca dejan de ser bonitas. no hay dos iguales. |
