La dunne du Pilat


Había leído bastante y había visto infinidad de fotos , tantas que quizás me sobrepase con las expectativas. (bueno esto en realidad fotográficamente hablando casi siempre acaba pasándome)La cuestión es, que tenia tantas ganas de verla, que la noche anterior a la visita programada hicimos una especie de escapada para inspeccionar la zona, de poco nos sirvió ya que apenas vimos nada. Estamos tan acostumbrados a la luz eléctrica, que en ocasiones se nos olvida que la naturaleza baja la persiana de su maravilloso espectáculo cuando el sol decide marcharse, aunque a veces la última función es la más fascinante…


las famosas escaleras, una cosa es verlas en foto y otras en directo y disponerse a subirlas, al contrario que en los edificios, aquí la alternativa a ellas es subir por la propia duna… estaba de vacaciones, no lo probé.

la mezcla de contrastes es una de las cosas que llaman más la atención. 

La mejor parte de la función empieza justo cuando el sol se marcha. 

La luna decidió unirse al espectáculo justo en la últimas luces.

Todo intento por mostrar la inmensidad de la duna fue poco, ese puntito de ahí es una persona.

Los tejados de Saint emilion

Una vez más, alimento mi hambre de viajar con pequeños tentempiés, de recuerdos de los viajes pasados, a la espera de nuevas escapadas.
Es otra de las razones por las que hago fotos, para recordar, para vivir el momento y después revivirlo una y otra vez, además de compartirlas, claro.
Las fotos tienen poder, te transportan de nuevo a aquel lugar, te hacen sentir lo que sentiste, en el mejor de los casos, en el peor te sorprenden porque no te acuerdas de aquello que estas viendo. (este es un caso peculiar)
A veces pienso que me encantaría ser bloguera de viajes, para estar siempre moviéndome y conociendo el mundo, pero también he leído sobre personas que han dado el salto y comentan que se sentían mejor cuando no tenían la presión de publicar sobre el viaje y que disfrutaban mas antes.
No lo se y como no lo he probado, me quedo como estoy.
Y después de esta mini reflexión personalísima, vamos a lo que nos ocupa…. este post lleva bastante tiempo siendo postergado y gracias a una amiga que me lo ha pedido hoy verá la luz. Espero que te sirva de algo!!!

la tour du château du Roy es la torre a la que decidimos subir para observar St. Emilion desde las alturas. 
Que si un lugar te enamora es por lo que te hace sentir, esta claro, en alguna que otra ocasión porque te transporta a otro al que te recuerda con su aspecto, también. este fue mi caso con St. Emilion.
Acudimos a St.Emilion ante la imposibilidad de hacer caso omiso a las miles de recomendaciones tanto leídas en internet,  en guías o aconsejadas por gente cercana que inevitablemente nos llevaban a ella. Y no defraudó, en absoluto. en nuestro caso fue visita mas fugaz que otra cosa pero la verdad es que ST. Emilion vale la pena verla a sorbitos, despacio y saborearla.. nunca mejor dicho.
Cada uno que se fije en lo que le apetezca, en mi caso, no fue para nada el vino, aunque si algunos precios para mi desorbitados que colgaban de algunos de los caldos.
Aunque para variar, los suelos empedrados, las casas y como no inevitablemente los tejados fueron foco de mi atención.
Lo ideal es empezar por decidir desde que altura quieres ver St, Emilion, desde el campanario de la iglesia o desde la torre del castillo del rey. A partir de ahí ya puedes perderte por sus calles, lo dicho sin prisa y con mucha pausa porque este lugar es para disfrutarlo.

desde allí la panorámica resultaba, para mi, encantadora. no pude apartar la vista de los tejados. 

                   

Los objetivos tampoco, hice infinidad de fotos a estos modelos inamovibles. 

Los que nos movimos somos nosotros, pero el panorama seguir siendo espectacular miraras a donde miraras.


Evidentemente lo que no podía faltar en St.Emilion son los viñedos, los que no nos esperábamos en absoluto era encontrarnos con uno tan accesible en pleno paseo por el pueblo. Y tan accesible. un verdadero placer para nuestros objetivos.

Pequeños rincones como Le clôitre des cordeliers, me pareció un lugar con mucho encanto donde podías entrar a pasear , sentarte a reposar, tomarte algo y disfrutar de una merecida parada técnica. 


En resumen lo que se necesita para disfrutar de  St.Emilion, son ganas, tiempo y dejarse los tacones en el coche, por lo demás como siempre, lo mejor es dejarse llevar y perderse. 

un paseo entre viñedos

Bordeaux es capital del mayor viñedo de vinos finos del mundo. Margaux, Pessac-Léognan, Sauternes, Pomerol, Saint-Émilion… 
Este septiembre tuvimos la suerte, de que durante las vacaciones era época de vendimia. Hubo varias oportunidades de pasear libremente entre algunos viñedos, aunque en nuestro caso, fotográficamente hablando, los más provechosos fueron los del precioso Saint-Emilion.
Aun no se el porque, como de tantas otras cosas, siempre, desde que hago fotografía he tenido una especial atracción por los viñedos. supongo que sus colores, llamativos, cambiantes, no se y además  curiosamente nunca, hasta ahora había tenido la oportunidad de fotografiarlos así. La verdad es que disfruté muchísimo con la experiencia y volvería a repetir encantada, puede que hasta pruebe el vino. 

Y descubrí otro delta…

La reserva ornitológica del Teich es un parque Ornitológico ubicado en el delta del río Leyre, en la Aquitania.
Allí acudimos cargados con nuestros equipos de foto, un buen calzado y el estomago bien lleno, que nos esperaban, según la información consultada unas 6h de caminata.
El lugar prometía…
La mayor parte de los fotógrafos de allí disponían de unos super objetivos, a los cuales yo no podía hacer ni sombra con el mío, aun así,  contenta de los resultados a pesar de mi «precariedad» de material. ya que sólo disponían de un tele objetivo 45-200 al que le voy a estar eternamente agradecida.
Cada vez tengo mas claro que de las experiencias se aprende, a un parque ornitológico o cualquier lugar donde se aspire a ver y fotografiar aves hay que llevar, el objetivo mas grande del que se disponga, y aun así el del al lado llevara uno mas grande. y también necesitaras la mayor paciencia posible.

Los habitantes de la zona no estaban dispuestos a dejarse ver así como así.


 

Una de las cosas que más me llamó la atención, fueron los reflejos del agua, que según a que hora parecía un espejo para los habitantes del parque.  

El castillo de beynac

El tiempo con el que nos encontramos al despertar, aquella primera mañana de vacaciones,  contrastaba muchísimo con mis ganas de visitar el castillo de Beynac;  no es tan solo que lloviera, es que estaba cayendo un diluvio.
Pacientemente nos fuimos a desayunar, esperando que escampara, al menos para poder salir.
El plan inicial, y único,  era un poco arriesgado ya que solo disponíamos de esa mañana para visitar el impresionante castillo de Beynac. Finalmente amainó la lluvia  y nos permitió acercarnos a la fortaleza.
Ya, la primera imagen al irnos acercando, al igual que desde los alrededores, no decepcionó en absoluto, al igual que la visita al interior.
El lugar estaba cumpliendo todas mis expectativas, creadas,  eso si, como siempre, con la visualización a través de la pantalla del ordenador, de un millar de fotos,  que me llevaron a hacer una  parada en nuestro camino, para poder visitarlo.
Una visita que realmente mereció mucho, muchísimo la pena. Totalmente recomendable a quien se haga una escapada por la zona.

Construido en el siglo 12, el de Beynac es uno de los castillos fortificados mejor conservados en  la region de Perigord. Residencia de Ricardo corazón de Leon, los señores de Beynac, y escenario de varias batallas durante la Guerra de los Cien Años. 
  

Erigido desde hace nueve siglos en la cima de un precipicio, el Castillo de Beynac, a unos 150 metros de altura,  domina el Dordoña.

La Provenza

En marzo del 2012 nuevamente unas fotos y  en esta ocasión algo más, llevó nuestros pasos a Francia, esta vez a la región de la Provenza, la tierra de la lavanda, no tengo ni idea desde cuando nació mi pasión por esta planta y todos, absolutamente todos sus derivados, pero si la ligera sospecha de quien me la infundó, será siempre una sospecha ya que nunca se lo llegué a preguntar.

La ruta de viaje fue la siguiente: Andorra, Carcasonne, Nimes, Aix-en-Provence,  Marsella,  Avignon, Andorra.
Algunas de las paradas eran evitables pero tremendamente arrolladoras, como la visita a Carcassone, que a pesar de estar tan relativamente cerca de casa y de las repetidas visitas que esto ha podido conllevar no me canso nunca de ir y mucho menos de fotografiar.
Otras las elegimos puramente por necesidad, aunque luego nos encantó el lugar, el mejor ejemplo de ello es Avignon, que sin aviso previo fue una ciudad que se instaló para siempre en mi memoria ( cosa tremendamente difícil, dicho sea de paso) y mi corazón.

Pasear por el recinto de La Cité siempre es un verdadero placer para la vista.
Vista general de la cité de Carcasonne.

Entre sus murallas siempre te espera alguna imagen cursiosa, aunque la hayas visto miles de veces, esperando que la apuntes con su objetivo.
A parte de la singularidad que ya de por si ofrece la cité de Carcassone, personalmente suelo aprovechar la visita para abastecerme de productos típicos de la región de Provenza que se que allí puedo encontrar, como jabones y sobretodo mi preciado aceite de lavanda.

A pesar de ser una de aquellas paradas obligatorias por cuestiones puramente logísticas, hay que reconocer que Nîmes no nos dejó para nada indiferentes; el anfiteatro Arena de Nîmes fué uno de los muchos monumentos que llamó poderosamente mi atención, que sea de origen romano puede tener algo que ver en ello. 

A nivel fotográfico suelo ser mas de campo que urbana, pero era realmente inevitable no disparar aquí ante tanto monumento.

La Maison Carrée es un templo romano consagrado al culto imperial en la ciudad francesa de Nimes.

Jardins de la fontaine en Nimes; paseo muy agradable, si ademas como era el caso el tiempo acompaña, muy cuidado con innumerables fuentes de agua y rincones donde la mezcla de arquitectura antigua y  naturaleza dan un toque especial al lugar.
La tour magne corona un paseo por los impresionantes jardines de la Fontaine.




















En Aix-en-Provence predominan las fuentes, de echo pueden utilizarse como ruta para visitar la ciudad, cada una con una particularidad, en esta concretamente el agua procede de la fuente termal de Bagniers y tiene una temperatura de 18ºC.
Venta de pescado fresco en el puerto de Marsella
Basilica de Notre-Dame de la Garde (nuestra señora de la Guarda) domina la ciudad de Marsella, una de las basílicas mas importantes de Francia, situada en la cima de una colina desde donde hay unas impresionantes vistas de la ciudad.  
Vistas de la ciudad desde la basílica, al fondo el archipiélago de Frioul y la fortificación del castillo de If. 
Catedral de Marsella conocida como  La basílica de Santa Maria la Mayor o la Mayor a secas, único en su género en Francia, evoca el Oriente por su estilo románico-bizantino. 

A pesar de mi escepticismo por la fotografía urbana no me pude resistir a esta escena ya que no me deja de parecer curioso dirigir a un grupo de estudiantes  hacia un cartel que reza: «salida de camiones»


Cabe destacar que a pesar de lo visto en las fotos la ciudad de Marsella me causó una gran decepción, ya que a parte de la zona del puerto y la de la basilica, el resto me pareció sucio y dejado, la verdad no me llevé una gran impresión, más bien al contrario.

El final de esta ruta por la Provenza Francesa lo marca la visita en Avignon; nuevamente y como me viene ocurriendo casi siempre en estos viajes, sobretodo por los de Francia, apenas sabia nada de esta ciudad Francesa, en esta ocasión ni siquiera había visto fotos que me atrajeran al lugar, simplemente se trataba de una parada necesaria en nuestro camino de vuelta, que sorprendentemente se convirtió en una muy grata sorpresa para nuestros ojos, a los que hay que decir que les faltó tiempo en esta bonita ciudad, capital del departamento de Vaucluse, en la región de Provenza-Alpes-Costa Azul.

Este destilador de lavanda y la ciudad de Avignon fueron lo más cerca que estuve de mi adorada planta y el origen real que me atrajo a la región, cosa que después de conocer ciudades como esta cambió, añadiendo más de un motivo para volver cuando sea posible, incluyendo en ello su gente que al contrario de lo que se oye de los franceses, debo decir que se esforzaban muchísimo por atendernos en castellano en cuanto se daban cuenta, (cosa que no tardaba mucho en pasar) de nuestro precario acento francés.
Detalle de una torre del Palacio de los papas en Avignon.
Calle de Avignon, me enamoró hasta el suelo.

Paseo hacia la muralla de Avignon
palacio de los papas; detalle 
gracioso contraste en las calles de Avignon.
Avignon vista general. 

Costa de granito rosa

Dentro de nuestro viaje por la Bretaña francesa,una de las visitas que más me ilusionaba y no me decepcionó, fue la que hicimos a la llamada costa de granito rosa. 
La costa de granito rosa es una zona de la costa atlántica de Franciaperteneciente al departamento de Côtes-d’ Armor, en el norte de Bretaña, se llama así porque el granito de sus piedras tiene un tono rosáceo que combinado con la particularidad de sus formas le da al paisaje un toque más espectacular si cabe. 

Hay que decir que el día de la visita a esta zona no amaneció demasiado propicio para nada, ni pasear, ni fotografiar ni mucho menos ir a la costa,  pero una vez más la suerte nos acompañó, por decirlo de alguna manera, y al final nos regaló un par de rayos de sol que fueron más que bienvenidos. 

Exp.1/160eg en f9,0 Distancia focal:14mm comp. Expo: 0EV ISO100 Flash no disparado, Manual, Medición matricial,  Camara Panasonic DMC-G2 Lente: Lumix G Vario14-42  //3.5-5.6 
Exp.1/160eg en f9,0 Distancia focal:28mm comp. Expo: 0EV ISO100 Flash no disparado, Manual, Medición matricial,  Camara Panasonic DMC-G2 Lente: Lumix G Vario14-42  //3.5-5.6 
Exp.1/400seg en f8,0 Distancia focal:42mm comp. Expo: 0EV ISO100 Flash no disparado, Paisaje, Medición matricial,  Camara Panasonic DMC-G2 Lente: Lumix G Vario14-42  //3.5-5.6 
Exp.1/400seg en f9,0 Distancia focal:14mm comp. Expo: 0EV ISO100 Flash no disparado, Normal, Medición matricial,  Camara Panasonic DMC-G2 Lente: Lumix G Vario14-42  //3.5-5.6 
Ese puntito blanco es Kira que corría impaciente buscando el agua, le suele dar igual la temperatura ambiente siempre esta dispuesta a darse un chapuzón.
Exp.1/400seg en f7,1 Distancia focal:14mm comp. Expo: 0EV ISO100 Flash no disparado, Paisaje, Medición matricial,  Camara Panasonic DMC-G2 Lente: Lumix G Vario14-42  //3.5-5.6 
Exp.1/125eg en f9,0 Distancia focal:42mm comp. Expo: 0EV ISO100 Flash no disparado, Manual, Medición matricial,  Camara Panasonic DMC-G2 Lente: Lumix G Vario14-42  //3.5-5.6 
¿Quien no desearía vivir en esa casa tan cerca del faro en semejante paisaje?
Exp.1/500seg en f8,0 Distancia focal:14mm comp. Expo: 0EV ISO100 Flash no disparado, Normal, Medición matricial,  Camara Panasonic DMC-G2 Lente: Lumix G Vario14-42  //3.5-5.6 
Exp.1/320seg en f8,0 Distancia focal:28mm comp. Expo: 0EV ISO100 Flash no disparado, Normal, Medición matricial,  Camara Panasonic DMC-G2 Lente: Lumix G Vario14-42  //3.5-5.6 

Una siestecita en el faro 
La belleza del sitio dejaba sin palabras.