El postvacacional ya esta aqui.

Como ya dije en el post anterior, benditas vacaciones, pero aunque parezca mentira de eso han pasado ya casi tres semanas y con ellas las vacaciones.

Todo se acaba, ahora llega el temido «postvacacional». Para mi, siempre fue algo que se encargan de solventar las fotos, revivir los momentos y recordar las experiencias una y otra vez. 
A mi parecer, esa es la función principal de las fotos, sobretodo las de las vacaciones, que suelen recordarnos buenas experiencias. 
Hablando de experiencias, a pesar de que soy una persona muy de planear y de muy poco improvisar, este año he probado cosas nuevas, no es nada que haya inventado yo, hasta mi padre ya lo había echo alguna vez, (en eso esta claro que no he salido a él) aventurarme por ahí sin saber si tendré donde dormir. Aunque es algo que prefiero tener bien atado y con tiempo, hoy en día, por suerte internet te solventa bastante bien cualquier cambio de planes. 
Nunca había improvisado tanto, de lo que iban a ser unas vacaciones tranquilas y relajadas en el pueblo de mi familia materna, hemos pasado a un recorrido de vuelta de 1315km, con paradas improvisada y visitas express de ciudades que nos han dejado un cansancio absoluto, unos desayunos tremendos y muchas, muchas ganas de volver…
Preparar la ruta previamente y visionar las fotos después, cosas que nos ayudan a ampliar mentalmente esas vacaciones, que suelen parecernos cortas. 
Una parada para tomar algo fresco en nuestra visita a la ciudad, puede servir para definir un recorrido.
Cada uno a su rollo, para eso son las vacaciones, me gusta estar informada y registrar los detalles en mi diario para luego complementar las fotos que he ido haciendo. 

De paradas inesperadas en las carreteras.

Se que no debería ser así, pero a veces, hay  unas épocas del año más propicias que otras para sacar la cámara de paseo. Es lo qué me ocurre a mi en primavera, quizás la cámara salga más, porque también lo hago yo … el caso es que hay ocasiones, en las que hasta me cuesta seleccionar a que hacer fotos y a que no.

En primavera todo está tan bonito que prácticamente todo es válido.
Cierto es que siempre hay algo que llama más la atención. En mi caso la naturaleza y más concretamente las flores, suelen acaparar casi toda mi atención.

¿Y tu, también disfrutas de la primavera aprovechando más el tiempo al aire libre?

Descubriendo Zaragoza II; El palacio de la Aljafería

Una de las cosas que más me han gustado de la visita a Zaragoza, es el palacio de la Aljafería.
Parece mentira como cambian las cosas; a nivel emocional y personal debería ser un sitio horrible para mi y quizás lo era, hasta ahora. Aunque creo que tampoco tanto; algo me pedía volver y ahora que lo he echo ya entiendo lo que era, me ha enamorado.
No es que sea una gran entendida en arte, ni en historia, pero si se reconocer cuando lo que estoy viendo es una verdadera joya conservada en el tiempo.
Palacio fortificado y patrimonio de la humanidad de la Unesco desde 2001 de la Arquitectura mudéjar de Aragon.
Por poco que sepa una de arquitectura,  es imposible no reconocerlo como una verdadera maravilla.
También es verdad que si estoy enamorada de mi otra tierra, no se si denominarla adoptiva o como, porque apenas estoy allí. ¿Como no me iba gustar esta maravilla, si con solo cruzar el umbral consiguió transportarme a casi 800km de distancia?
A pesar del cielo nublado y con amenaza de no dejarnos hacer la visita, al menos de los exteriores, a pesar de haberla dejado para el último día de nuestra estancia y arriesgarnos a marcharnos sin verla, a pesar de todo ello, hay que reconocer que valió la pena esperar, como para casi todo lo bueno.

Aunque si que era bonita, la entrada poco desprendía de las maravillas que ocultaba en su interior.

Zaragoza y sus charcos, esto será así hasta los restos. 

La dunne du Pilat


Había leído bastante y había visto infinidad de fotos , tantas que quizás me sobrepase con las expectativas. (bueno esto en realidad fotográficamente hablando casi siempre acaba pasándome)La cuestión es, que tenia tantas ganas de verla, que la noche anterior a la visita programada hicimos una especie de escapada para inspeccionar la zona, de poco nos sirvió ya que apenas vimos nada. Estamos tan acostumbrados a la luz eléctrica, que en ocasiones se nos olvida que la naturaleza baja la persiana de su maravilloso espectáculo cuando el sol decide marcharse, aunque a veces la última función es la más fascinante…


las famosas escaleras, una cosa es verlas en foto y otras en directo y disponerse a subirlas, al contrario que en los edificios, aquí la alternativa a ellas es subir por la propia duna… estaba de vacaciones, no lo probé.

la mezcla de contrastes es una de las cosas que llaman más la atención. 

La mejor parte de la función empieza justo cuando el sol se marcha. 

La luna decidió unirse al espectáculo justo en la últimas luces.

Todo intento por mostrar la inmensidad de la duna fue poco, ese puntito de ahí es una persona.

Los tejados de Saint emilion

Una vez más, alimento mi hambre de viajar con pequeños tentempiés, de recuerdos de los viajes pasados, a la espera de nuevas escapadas.
Es otra de las razones por las que hago fotos, para recordar, para vivir el momento y después revivirlo una y otra vez, además de compartirlas, claro.
Las fotos tienen poder, te transportan de nuevo a aquel lugar, te hacen sentir lo que sentiste, en el mejor de los casos, en el peor te sorprenden porque no te acuerdas de aquello que estas viendo. (este es un caso peculiar)
A veces pienso que me encantaría ser bloguera de viajes, para estar siempre moviéndome y conociendo el mundo, pero también he leído sobre personas que han dado el salto y comentan que se sentían mejor cuando no tenían la presión de publicar sobre el viaje y que disfrutaban mas antes.
No lo se y como no lo he probado, me quedo como estoy.
Y después de esta mini reflexión personalísima, vamos a lo que nos ocupa…. este post lleva bastante tiempo siendo postergado y gracias a una amiga que me lo ha pedido hoy verá la luz. Espero que te sirva de algo!!!

la tour du château du Roy es la torre a la que decidimos subir para observar St. Emilion desde las alturas. 
Que si un lugar te enamora es por lo que te hace sentir, esta claro, en alguna que otra ocasión porque te transporta a otro al que te recuerda con su aspecto, también. este fue mi caso con St. Emilion.
Acudimos a St.Emilion ante la imposibilidad de hacer caso omiso a las miles de recomendaciones tanto leídas en internet,  en guías o aconsejadas por gente cercana que inevitablemente nos llevaban a ella. Y no defraudó, en absoluto. en nuestro caso fue visita mas fugaz que otra cosa pero la verdad es que ST. Emilion vale la pena verla a sorbitos, despacio y saborearla.. nunca mejor dicho.
Cada uno que se fije en lo que le apetezca, en mi caso, no fue para nada el vino, aunque si algunos precios para mi desorbitados que colgaban de algunos de los caldos.
Aunque para variar, los suelos empedrados, las casas y como no inevitablemente los tejados fueron foco de mi atención.
Lo ideal es empezar por decidir desde que altura quieres ver St, Emilion, desde el campanario de la iglesia o desde la torre del castillo del rey. A partir de ahí ya puedes perderte por sus calles, lo dicho sin prisa y con mucha pausa porque este lugar es para disfrutarlo.

desde allí la panorámica resultaba, para mi, encantadora. no pude apartar la vista de los tejados. 

                   

Los objetivos tampoco, hice infinidad de fotos a estos modelos inamovibles. 

Los que nos movimos somos nosotros, pero el panorama seguir siendo espectacular miraras a donde miraras.


Evidentemente lo que no podía faltar en St.Emilion son los viñedos, los que no nos esperábamos en absoluto era encontrarnos con uno tan accesible en pleno paseo por el pueblo. Y tan accesible. un verdadero placer para nuestros objetivos.

Pequeños rincones como Le clôitre des cordeliers, me pareció un lugar con mucho encanto donde podías entrar a pasear , sentarte a reposar, tomarte algo y disfrutar de una merecida parada técnica. 


En resumen lo que se necesita para disfrutar de  St.Emilion, son ganas, tiempo y dejarse los tacones en el coche, por lo demás como siempre, lo mejor es dejarse llevar y perderse. 

un paseo entre viñedos

Bordeaux es capital del mayor viñedo de vinos finos del mundo. Margaux, Pessac-Léognan, Sauternes, Pomerol, Saint-Émilion… 
Este septiembre tuvimos la suerte, de que durante las vacaciones era época de vendimia. Hubo varias oportunidades de pasear libremente entre algunos viñedos, aunque en nuestro caso, fotográficamente hablando, los más provechosos fueron los del precioso Saint-Emilion.
Aun no se el porque, como de tantas otras cosas, siempre, desde que hago fotografía he tenido una especial atracción por los viñedos. supongo que sus colores, llamativos, cambiantes, no se y además  curiosamente nunca, hasta ahora había tenido la oportunidad de fotografiarlos así. La verdad es que disfruté muchísimo con la experiencia y volvería a repetir encantada, puede que hasta pruebe el vino. 

De retos fotográficos y de instagram

Esta semana pasada fui «víctima» de uno de esos ataques, que al principio consideras una mala jugada pero que según como te lo tomes es posible darle la vuelta a la tortilla y sacarle el máximo de provecho.
Estoy hablando del reto de colgar durante 7 días 7 fotografías en la red social Instagram, las cuales han de ser en blanco y negro, pertenecer a tu día a día y carecer de cualquier tipo de etiqueta, explicación o palabra que pueda describirla.
Al principio, debo reconocer que me pareció un verdadero fastidio, por no decir otra cosa mas malsonante, el tener que añadir una tarea más a mi día a día. Más que nada porque si te comprometes a algo, por pequeño que sea, comprometido estas, y has de hacerlo. Al menos esa es mi forma de verlo.
Tardé un par de días en reaccionar y decidir si aceptaba o no el reto. Finalmente lo acepté, pero además para mi misma, como una obligación a pensar  y dedicar, durante unos minutos al día a lo que más me gusta, la fotografía.

Y con el tema de retar a otras personas igual, pensé que si para mi había sido útil darle un enfoque productivo, también podría serlo para alguien más, así que animé a gente que sabia de cierto que le gustaba la fotografía, con la mejor de mis intenciones, debo añadir.
 Gratamente he descubierto que la mayor parte de ellos, (solo hay uno de ellos que no se lo ha tomado así, y otro que ha tardado en asimilarlo tanto o mas que yo) han aceptado el reto y se lo han tomado la mar de bien. Sólo espero que les sea igual o mas provechoso de los que me ha sido a mi. 

OTOÑO

Siempre se ha dicho que el otoño es una época especial para los amantes de la fotografía.
El bosque nos brinda una diversidad de colores maravillosa y el tiempo, a veces,  aun nos regala algún que otro resquicio veraniego, en el que poder salir disfrutar del espectáculo que nos brinda la naturaleza, que se prepara para un aletargado invierno.
 Bosques en tonos ocres son los símbolos inconfundibles de esta estación, tan fotogénica. Las luces, un poco mas suaves que en el verano, acaban de preparar el mejor escenario para la magia.

Y llegó septiembre… mi verano fotográfico.

Hace poco más de un mes, colgaba el cartel de cerrado por vacaciones en el blog.. 
Y a pesar de lo que pudiera parecer tras el post anterior, no me he ido (aun) de vacaciones. Aunque en su día y sabiendo que esto seria así, adelanté acontecimientos y me escape a uno de mis nuevos lugares favoritos, Menorca.
Eso hizo un poco más llevadero este verano de trabajo , y  la larga espera hasta las vacaciones;
con la vista puesta ya en las maletas, el equipo de foto y en el pronostico del tiempo que nos va hacer.
En lo referente al verano, ha sido todo lo que puede ser un verano trabajando, aprovechando las pocas ocasiones para sacar la cámara a pasear, sin presiones, sin nervios de lo que puede llegar a suponer la presión autoimpuesta de mantener tu blog a flote, que por humilde que sea, lleva su trabajo. Conociendo gente estupenda, participando en proyectos inigualables, viviendo experiencias nuevas y sobretodo disfrutando.

Cazando mariposas

Hay ocasiones en las que las cosas que mas nos gustan,  son también las mas complicadas y puede que quizás, ese echo las vuelva mas atractivas aun a nuestros ojos. 
Ya he comentado en más de una ocasión, que la combinación de salir al campo y mi cámara de fotos es uno de mis cocteles preferidos; dentro de esta mezcla existen multitud de ramas o especialidades. En mi caso me sirve prácticamente todo, ya que en la naturaleza encontramos multitud de cosas que fotografiar, lo ideal y sencillo seria elegir las que no se mueven,  pero entonces ¿donde estaría el interés?
Se dice que un entorno en el que hay mariposas, es un entorno sano, ya que son extremadamente sensibles a pesticidas y toxinas, de modo que el echo de observarlas, además de una placentera experiencia es una buena noticia para nuestra salud.
Su función es muy importante ya que se encargan, junto con otros insectos de polinizar las flores y asegurar así su evolución, existen incluso algunas que están diseñadas para ser polinizadas exclusivamente por ellas. 
 Añadiré como curiosidad, una que me afecta personalmente ademas que hacerme gracia, un dato que de haberlo sabido antes hubiera facilitado la tarea de fotografiar a estas reinas del baile de la naturaleza, no pueden volar si su temperatura corporal es inferior a 30º. 
En esto se parecen un poquito a mi, ya que cuando tengo frío es imposible activarme.