Próximo destino ….

Como ya he explicado en más de una ocasión, soy una gran fan de los viajes y también de la naturaleza. La mayoría de las veces intentamos combinar ambas cosas y  la verdad es que suele salirnos bien la jugada. En ocasiones a pesar de los nervios y el estrés y de decepciones varias en la preparación del viaje nos suele salir todo bastante bien.
No tengo manías por viajar a otro país pero soy de las que defienden que cerca de casa también tenemos cosas bonitas de las que disfrutar.
En esta ocasión se están barajando varias opciones para el próximo viaje, ya hay incluso un par de ellas descartadas (dichosa reserva previa sin cancelación) la mitad de la gente seguro que anula y yo ya he tenido que trasladar mis intenciones a otro destino.
La intención es, como no, un entorno natural protegido, que no esté muy lejos y si pudiera ser donde se puedan observar animales en libertad … no doy mas pistas…. ¿sabéis ya donde nos vamos?
la fotos son de una escapada anterior, podéis ver mas de este lugar aquí y aquí.

Los tejados de Saint emilion

Una vez más, alimento mi hambre de viajar con pequeños tentempiés, de recuerdos de los viajes pasados, a la espera de nuevas escapadas.
Es otra de las razones por las que hago fotos, para recordar, para vivir el momento y después revivirlo una y otra vez, además de compartirlas, claro.
Las fotos tienen poder, te transportan de nuevo a aquel lugar, te hacen sentir lo que sentiste, en el mejor de los casos, en el peor te sorprenden porque no te acuerdas de aquello que estas viendo. (este es un caso peculiar)
A veces pienso que me encantaría ser bloguera de viajes, para estar siempre moviéndome y conociendo el mundo, pero también he leído sobre personas que han dado el salto y comentan que se sentían mejor cuando no tenían la presión de publicar sobre el viaje y que disfrutaban mas antes.
No lo se y como no lo he probado, me quedo como estoy.
Y después de esta mini reflexión personalísima, vamos a lo que nos ocupa…. este post lleva bastante tiempo siendo postergado y gracias a una amiga que me lo ha pedido hoy verá la luz. Espero que te sirva de algo!!!

la tour du château du Roy es la torre a la que decidimos subir para observar St. Emilion desde las alturas. 
Que si un lugar te enamora es por lo que te hace sentir, esta claro, en alguna que otra ocasión porque te transporta a otro al que te recuerda con su aspecto, también. este fue mi caso con St. Emilion.
Acudimos a St.Emilion ante la imposibilidad de hacer caso omiso a las miles de recomendaciones tanto leídas en internet,  en guías o aconsejadas por gente cercana que inevitablemente nos llevaban a ella. Y no defraudó, en absoluto. en nuestro caso fue visita mas fugaz que otra cosa pero la verdad es que ST. Emilion vale la pena verla a sorbitos, despacio y saborearla.. nunca mejor dicho.
Cada uno que se fije en lo que le apetezca, en mi caso, no fue para nada el vino, aunque si algunos precios para mi desorbitados que colgaban de algunos de los caldos.
Aunque para variar, los suelos empedrados, las casas y como no inevitablemente los tejados fueron foco de mi atención.
Lo ideal es empezar por decidir desde que altura quieres ver St, Emilion, desde el campanario de la iglesia o desde la torre del castillo del rey. A partir de ahí ya puedes perderte por sus calles, lo dicho sin prisa y con mucha pausa porque este lugar es para disfrutarlo.

desde allí la panorámica resultaba, para mi, encantadora. no pude apartar la vista de los tejados. 

                   

Los objetivos tampoco, hice infinidad de fotos a estos modelos inamovibles. 

Los que nos movimos somos nosotros, pero el panorama seguir siendo espectacular miraras a donde miraras.


Evidentemente lo que no podía faltar en St.Emilion son los viñedos, los que no nos esperábamos en absoluto era encontrarnos con uno tan accesible en pleno paseo por el pueblo. Y tan accesible. un verdadero placer para nuestros objetivos.

Pequeños rincones como Le clôitre des cordeliers, me pareció un lugar con mucho encanto donde podías entrar a pasear , sentarte a reposar, tomarte algo y disfrutar de una merecida parada técnica. 


En resumen lo que se necesita para disfrutar de  St.Emilion, son ganas, tiempo y dejarse los tacones en el coche, por lo demás como siempre, lo mejor es dejarse llevar y perderse. 

Nadie me habló de Es Grau

He decidido y no podía ser menos, empezar  mi visión personal de  Menorca por un pueblito que me enamoro, a pesar de no constar en  la planificación inicial y casi en ninguna guía, di con él por casualidad. Está claro que tenia que ser y además se ha ganado un puesto en mi lista personal de lugares favoritos.
Evidentemente es una opinión personal y la percepción también, pero después de todo ¿no son eso las fotos, la percepción personal de las cosas?
Cuando se habla de Mernorca, siempre se piensa en playas paradisiacas, que las hay, en calas maravillosas, en ensaimadas….
Todo el mundo te describe la zona sur, de irremediable visita e indiscutible belleza, pero como me ha dado por decir….
Nadie me habló de ES GRAU:                            
Un pequeño paraíso al norte de la isla. situado en pleno parque natural de S’ albufera des Grau, fue declarado en 1995 reserva natural de la biosfera, era antiguo lugar popular de vacaciones de la isla, ahora lo recomiendan a los que viajen con niños por la poca profundidad de sus playas.


Descubrir pueblecitos como es Grau , me dejan cada vez mas claro que me encantan los pueblos de pescadores…

formado enteramente por casitas encaladas incluso los tejados son de un blanco (muy familiar a mi vista) aun así, o quizás por eso, precioso.  

pequeños detalles son los que te muestran el encanto del lugar. 

No se como lo hago, debo decir que mi sorpresa se debe a que precisamente, » no lo hago», últimamente casi todos mis viajes me acaban llevando a parar a un parque natural. La cuestión es que siempre acabo visitando parajes protegidos y que son maravillosos.
nunca pensé que dirigirse al norte seria algo tan emocionante y soleado; mediados de mayo, 11.30 de la mañana 25,5 grados.

Como digo; en los viajes tiene tanta cabida la planificación como la improvisación, bendita improvisación que aquel día me descubrió una foto en internet y me llevó a este rincón de Menorca del que…. Nadie me habló, que sigue sin destacar en las guías de viaje, que encontré por casualidad y del cual yo pienso hablarle a todo el mundo, porque me dejó totalmente enamorada.

El principio del viaje


Un viaje no empieza cuando cruzas, el umbral de casa con la maleta a rastras,  ni siquiera cuando compras los billetes en la agencia o por internet;  un viaje comienza a gestarse en tu cabeza en el momento en el que sabes que lo vas a realizar.
No tienes ni idea de a donde, no sabes ni cuantos días van a ser, ni tan sólo las fechas,  sólo tienes una idea aproximada de cuando, pero es ahí exactamente ahí, cuando se esta empezando a gestar tu viaje.

En el caso de algunos, ( hace poco descubrí que somos mas de los que creía) se basa en buscar localizaciones para tus fotos, y a partir de ahí se organiza solo, ya que las rutas acaban siendo un » simple» une los puntos y a veces una pizca de improvisación, de la que hay que decir,  a veces te aporta más que la preparación, que aun así sigue siendo necesaria.