Un viaje al fondo del mar

Lejos de lo que pueda parecer no, no me he iniciado en la fotografía submarina …. se trata de una visita al Oceanogràfic de València.

Hacia ya tanto tiempo que no iba que apenas tenia un vago recuerdo de como era… ya no digamos de la experiencia. 
Lo que si que tengo claro es que cada vez es diferente y te fijas en otras cosas, a veces sufro cierta animadversión a repetir visitas cuando viajo a los sitios, se me ocurre que quizás es porque tengo la sensación de que hay muchas más cosas que conocer que tiempo y que algo te estas perdiendo si vas siempre a los mismos lugares.
la cuestión es que a veces merece la pena repetir lugares porque la experiencia cambia cada vez y eso es lo que importa.

Un lugar al que escaparse

Todos tenemos, o al menos deberíamos tener, un lugar al que escaparnos de vez en cuando. un lugar al que además de sencillo resultara tremendamente beneficioso y que con el simple echo de saber que vas a ir ya se estuvieran recargando las pilas. Si además de esa paz, que ya de por si nos aporta el sitio podemos combinarlo con nuestra afición preferida, ¿que más se puede pedir? A veces no es cuestión de tiempo ni distancia, a veces es cuestión de crear las circunstancias adecuadas.

El origen

Allí estaba, parada frente a la puerta, dudando a estas alturas de que hacer, si subir las escaleras o echar a correr en dirección contraria. De repente una canción retumbaba en su cabeza una otra vez aquel estribillo, había aparecido sin más y no podía deshacerse de él.
 «y no he terminado de aprender a caminar sin agarrarme a ti, un millón de sueños, antes de empezar a caminar voy a contarte….»
Había llegado muy tarde y sus miedos se habían echo realidad, se había pasado la vida postergando aquella visita, siempre ocupada, dejándola para después, sin pensar que algún día seria tarde.
En la casa ya no quedaba nadie, nadie que le pudiera explicar su origen, su historia, nadie le iba a explicar ya nada de aquel pasado que desconocía.
No sabia que lo peor que había en esta vida era la sensación de llegar tarde, sentir que ya no había nada que hacer, de arrepentirse de lo no realizado y ya no poder hacer nada; solo hay una cosa sin solución reza el dicho popular y esa es la muerte.
A su edad estaba aprendiendo una gran lección, la más dolorosa, porque la verdad es que su aparente indiferencia se estaba deshaciendo y era ella, sin estar presente la que se la había enseñado, ya no había marcha atrás, nunca más tendría la oportunidad se había ido para siempre, junto con ella.

2018 un buen año de fotografías y algo más….

Tal y como corresponde a las fechas en las que estamos y como todos los años,  hoy hago mi particular resumen de lo que ha sido para mi el 2018, en este caso en lo que a fotografía se refiere, aunque en este año, la fotografía ha pasado a ser algo más que simples imágenes capturadas.  Mi insistencia, a veces incluso obstinación de hacer caso a mi intuición, aunque suene a frase peliculera, ha surgido su efecto, y beneficio en este caso, la verdad porque ha sido un año de cambios en mi vida y en todos ellos me ha acompañado e incluso me atrevería a decir precedido, la fotografía.

Y a pesar de que alguien, a quien precisamente también conocí este año, me dijo que los mejores momentos no se fotografían o dado el caso no se publican, porque estas ocupado viviéndolos,  está claro que  últimamente con lo de las redes sociales hay una ligera linea entre lo que es sólo para ti y lo que compartes con el mundo, pero también está claro que esa linea la marcas tu. (Ahí dejo abierto el debate)
La fotografía es una afición que en mi caso me ha aportado mucho, muchísimo beneficio y que aún me  lo sigue aportando, es importante conocerse a uno mismo y que cada cual escoja para ello el medio mas adecuado, a partir de ahí cada cual ya decide lo que hace después con ese conocimiento.
Personalmente un día elegí la fotografía para ello y a día de hoy me sigue dando sorpresas y enseñándome cosas de mi misma día a días.
Después decidí compartirlo con quien quisiera leerme en este blog.
Este 2018 ha sido el primer año que trabajo en un proyecto fotográfico personal y debo decir que a pesar de mi falta de experiencia al respecto, me ha sorprendido gratamente el resultado, y no solo en lo que a técnica se refiere, sino también  en el ámbito personal,  por supuesto. (y este si que no se hace publico o si, ya se verá mas adelante):
La cuestión, como siempre digo es conocerse, ser consciente de uno mismo y de lo que hace y del porque lo hace.
Feliz 2018 a todos.

Adentrarse en la niebla

¿Qué diferencia hay entre dejarse llevar y no pensar en lo que se esta haciendo?  ¿Cuál es la diferencia entre ser obediente, disciplinado y no cuestionarse nunca nada? 
¿Tomar un camino desconocido que no sabes a donde te llevara, o quedarte en la senda que ya 
conoces? Somos tan reacios a los cambios como adaptables a ellos, esa es la cuestión; ¿si somos tan flexibles porque nos cuesta tanto? 
Dejarse llevar por la corriente suele ser mas fácil que obcecarse en elegir una orilla, por si esta decisión…nos obliga a hacer el esfuerzo de nadar contracorriente. Nunca podemos saber lo que nos depara el futuro, aunque a veces lo intentamos pensando que todo sería más fácil,  muchas veces lo intentamos, demasiadas….  pretendiendo quizás mantenernos en esa tranquilidad que nos aporta el saber que ocurrirá, la seguridad, aún a riesgo de que esa estabilidad nos este causando daño. Pero la realidad es que nunca sabemos lo que pasara y a veces a pesar de la incertidumbre eso es los que nos motiva, lo que le da vida a la vida.

Que obstinado es el ser humano, empeñado en ir por un camino, aunque esté lleno de piedras, aun existiendo la posibilidad de  encontrar una senda mejor, y hacia un nuevo destino puede que mejor. 
Solemos postergar la responsabilidad de nuestras decisiones más importantes, esperando a que llegue el mejor momento, a que se solucione solo, como sino hubiera pasado; pensando que de repente todo será mas fácil.
Pero la  chispa, las oportunidades no se presentan de manera fácil, porque si sigues siempre la corriente nunca hay sorpresas ni buenas ni malas, las buenas las disfrutas, las malas las digieres y aprendes de ellas. 

El subidón de adrenalina que te aporta un nuevo comienzo, es mayor y más fuerte a cualquier miedo que te pueda invadir. 

foto by Jordi Picart 

salir corriendo

fotografía by Jordi Picart 

Hay veces, en las que la vida, te pone en situaciones de las que parece que no vayas a salir nunca; somos incapaces de ver la salida y la verdad es que la mayor parte de la veces, la vida misma te la esta mostrando, las prisas y los miedos nos ciegan y acabamos por no verla o por renunciar a salir por ella.
Se me fue la fuerza por la boca, tanto que quedé exhausta; deje de gritar, las lágrimas se acabaron secando, ya vacía y sin aliento todo se sumió en un silencio, dejé de oír ruido fuera y se empezó a escuchar lo que había dentro.
De entre el mejunje de sentimientos, uno de ellos se abrió paso; el miedo fue el que salió primero, aunque esta vez no era uno sino dos. Dos muy grandes, dos miedos que luchaban entre si porque llevaban a destinos opuestos. Uno forzaba a correr sin destino, solo correr pero muy lejos de allí. El otro me animaba a esconderme , callar y esperar que todo hubiera pasado.
Por primera vez en la vida, el miedo a quedarse fue mayor al de aventurarse a lo desconocido. Sabido era ya de sobras lo que esperar si se quedaba, esta vez salir corriendo era más seguro que permanecer allí y volver a caer, en ese pozo en el que un día ya estuvo atrapada. 
Esta vez la experiencia le estaba recordando que el fuego quema porque ya se había  quemado antes.
Y aunque el paso del tiempo cierra las heridas, las cicatrices quedan en el alma y sólo accedemos a ellas a través de ese dolor, que te lleva a ese miedo y hay que ser capaces de sentirlo para después dar ese paso. Soltar esas cadenas qué nos atan a castillos en el aire, con ataduras de miedo.
Hay que ser capaces de mirarnos al espejo, mirar donde siempre evitamos mirar y hacernos esa pregunta a la que tanto tememos responder, solo así encontraremos la verdad. 
A veces no es necesario saber lo que queremos, basta con saber lo que no queremos. 


Atisbos del otoño

Dicen que el otoño es la época propicia para los fotógrafos de naturaleza, ya sea por los cambios de color en los árboles, la caída de las hojas en los caminos, la fluencia de setas por los campos, la suavidad de la luz…, el paisaje de viste de gala y la cuestión es, que el otoño invita a apurar las horas de sol e ir pensando en recogerse. Menos para los aficionados a las fotografías y a la micología, estas dos especies son las únicas ávidas de que llegue el fin de semana y haga un poco de buen tiempo, para echarse al campo en busca de sus presas. En el caso de los fotógrafos haya más posibilidad de éxito en la caza.
Mientras llega, los más impacientes registramos con ahínco nuestros bosques, en busca de cualquier pista, que nos anuncie nuestra época preferida para desenfundar la cámara e inmortalizar esa paleta de colores, que tanto nos gusta.