¿Felices fiestas ?

Todos los años por estas fechas soy testigo de como somos víctimas de una repentina invasión de estrés, tal y como si se acabara el mundo.
Cada vez es más, la gente que confiesa que odia la navidad y yo, personalmente no es que la odie, simplemente no me gusta ese ambiente en el que se ve inmersa, la mayoría de la gente, de nervios y estrés; una especie de histeria colectiva de quererlo todo con inmediatez, que suele ser bastante contagiosa. 
Habría que añadir en este punto que soy peluquera, dato que suele llevar comentarios en su mayoría  compasivos y solidarios, por estas fechas, pero nada más lejos; cuando te gusta tu trabajo todo es mas llevadero, son fechas muy divertidas en las que por supuesto que acabamos agotados, pero a cambio duermes de lujo.

Suele costar ver lo positivo de las cosas cuando estas cansado pero luego, a posteriori, es importante hacer balance y valorar lo que tenemos y la realidad de estas fechas. 
Año tras año escucho y veo a una gran cantidad de gente agobiada comprando regalos, asistiendo o preparando comidas por compromiso, y protestando por la falta de tiempo, el mal de nuestros días.

¿Por que lo seguimos haciendo, si tan mal nos sienta? Por los niños, te suelen contestar… 
El otro día me comentó una señora que tenía un conflicto con su hijo porque se había enterado de lo de los reyes magos y papá Noel. Me decía que se ha enfadado y con razón ya que si a él le han inculcado  que no se  miente, como justificaban que él fuera víctima de una tan grande? 
Supongo que es un caso de tantos, pero me impactó, ver plasmada en una sola pregunta la capacidad de incoherencia y de complicarse la vida que tenemos las personas.
El punto positivo lo da, una pequeña minoría que parece haberse cansado de este ambiente de estrés y locura y esta dando pequeños pasos para ir cambiando las cosas.
Sea como fuere, os deseo felices fiestas a todos, que las disfrutéis al máximo y que sean felices pero de verdad. 

Pasión por los viajes

Dicen que existe un gen que impulsa viajar, a moverse y estar en continuo cambio, a quien lo posee.
No deja de sorprenderme, con lo miedosa que suelo ser, que yo tenga ese gen…(lo tengo clarísimo),  no sé, desde cuando pero sé que lo tengo, lo que no sabia es que existía. 
Yo solía decir, y aun suelo decirlo aunque menos, que nací con un mapa e la cabeza (echo curioso,  hace poco descubrí que había un libro que se llama así, estoy en plena lectura del mismo, aunque ya puedo decir que es totalmente recomendable.)

Un mapa en la cabeza de
KEN JENNINGS, editorial ARIEL

La frase en cuestión,  viene del echo de que a pesar de mi mala memoria ( y esto si que es curioso) suelo tener un gran sentido de la orientación apenas precien llegada al lugar,  no es infalible a veces se me estropea… pero poco. 

Volviendo al gen, al que le han puesto un nombrecito… “ gen Wanderlust” ( gen de pasión por los viajes)  y que han identificado como DRD4-7R ( a mi me recuerda a mi robot cinematográfico favorito). 
El tema es que quien posea este gen «sufrirá» un irrefrenable deseo de viajar, por lo visto no es muy común solo lo posee un 20% de la población ( yo esto no me lo acabo de creer ya que conozco a un montón de gente apasionada por viajar o que pasa es que nos olemos, o nos atraemos por una fuerza misteriosa? Eso se lo dejaremos los científicos también.


Sea como sea y se llame como se llame, viajar es bueno para nuestra salud; abre nuestra mente, obligándonos a adaptarnos a nuevas situaciones,  nuevos horarios y  costumbres, sacándonos de la rutina.
Y todo esto es gracias a una hormona,  (vayaaa ¿que raro no?, pero esta es buena) la maravillosa dopamina, es la responsable de un montón de cosas fascinantes como la aceptación, la  curiosidad, el deseo de descubrir  y la creatividad.
También nos produce placer, motivación, nos hace recordar información y ademas nos proporciona extroversión social, todas ellas herramientas muy muy útiles para nuestros viajes.






Quizás más que un mapa mejor llevar algo de dopamina en nuestros viajes. 
Al final la mejor brújula la llevamos en nuestro interior. 


Por tierra, mar y aire, a lomos de un camello o caminando, da igual,  el tema es conocer lugares nuevos, explorar, y vivir nuevas experiencias.
Afrontar nuevas experiencias, nos hace crecer en muchisimos aspectos.