Luces en el delta del Ebro

La clave de la fotografía es la luz, la luz es el medio del fotógrafo, la misma palabra «fotografía» deriva del griego «foto» (luz) y «grafía» escribir.
En estas vacaciones he llegado a sorprenderme a mi misma renunciando a una fotografía por no tener la luz que quería para la misma. No voy a ir de listilla, ni mucho menos, pero si es para mi un gran avance, el saber reconocer a simple vista que aquello no es lo que busco. 
Todo, absolutamente todo, con la luz adecuada resulta espectacular.
Aun así, hay dos momentos del día por todos conocidos donde la luz no tiene ningún margen de error, el amanecer y el atardecer, si además esos momentos los contemplas en un lugar maravilloso como es el delta del Ebro resulta imposible que no surja la magia. 

Perdiendo el norte

Perderse es un término tan amplio de significado, que a veces resulta hasta complicado de definir, uno puede estar perdido hasta dentro de su propia casa , todo depende de las circunstancias. 
A veces cuando te pierdes lo unico que necesitas es algo, o alguien, no que te indique el camino, que al fin y al cabo solo lo decides tu, sino más bien que te enseñe que vas bien por donde vas, ya que no por   ir por un camino que hasta ahora no conocias, estas perdido, simplemente es algo nuevo que te hace sentirte inseguro. 
  Alguien o algo que te diga que no pasa nada por sentirse perdido, que lo importante es andar el camino aunque ahora no sepas  exactamente el destino. 
 Una brújula estropeada, que no señala al norte, sino allá donde tu quieres y decides ir, como la de cierto personaje de ficción de la gran pantalla, puede ser más que suficiente para encontrar el camino correcto.