El castillo de beynac

El tiempo con el que nos encontramos al despertar, aquella primera mañana de vacaciones,  contrastaba muchísimo con mis ganas de visitar el castillo de Beynac;  no es tan solo que lloviera, es que estaba cayendo un diluvio.
Pacientemente nos fuimos a desayunar, esperando que escampara, al menos para poder salir.
El plan inicial, y único,  era un poco arriesgado ya que solo disponíamos de esa mañana para visitar el impresionante castillo de Beynac. Finalmente amainó la lluvia  y nos permitió acercarnos a la fortaleza.
Ya, la primera imagen al irnos acercando, al igual que desde los alrededores, no decepcionó en absoluto, al igual que la visita al interior.
El lugar estaba cumpliendo todas mis expectativas, creadas,  eso si, como siempre, con la visualización a través de la pantalla del ordenador, de un millar de fotos,  que me llevaron a hacer una  parada en nuestro camino, para poder visitarlo.
Una visita que realmente mereció mucho, muchísimo la pena. Totalmente recomendable a quien se haga una escapada por la zona.

Construido en el siglo 12, el de Beynac es uno de los castillos fortificados mejor conservados en  la region de Perigord. Residencia de Ricardo corazón de Leon, los señores de Beynac, y escenario de varias batallas durante la Guerra de los Cien Años. 
  

Erigido desde hace nueve siglos en la cima de un precipicio, el Castillo de Beynac, a unos 150 metros de altura,  domina el Dordoña.

Al-Mudawwar al-Adna, el castillo.

Hace apenas una semana, en otra entrada (El otro día aprendi una palabra ), 
os presentaba el castillo de Almodovar del río; uno de los pueblos que ocupa una posición importantísima en mi lista de lugares imperdibles. 
Hoy vamos acercarnos un poquito mas a él, vamos a encaramarnos a esa loma redonda  (Almodóvar viene del árabe  «Al-mudawar» que quiere decir » el redondo»,  haciendo referencia al promontorio sobre el que se eleva el castillo) y  a acercarnos hasta tocar sus paredes e incluso a entrar dentro, para adorar sus vistas, que no son para nada, en absoluto despreciables. 
Vista general del pueblo y el castillo al fondo, con algunos valientes disfrutando de unas vistas más que privilegiadas. 
A medida que vamos ascendiendo se puede apreciar la verdadera magnitud del castillo. 
Vista del Guadalquivir y una pequeña apreciación de las linea de AVE.

El vestidor del rey.
Vistas de la campiña a través de las magnificas ventanas del castillo. 

Los calabozos…… 
El castillo, como tal, esta repleto de recovecos oscuros, de subidas y bajadas; quien sabe la de historias que  callan sus muros.
Detalle de una fuente. 

Nos vamos ya, abandonamos el castillo no sin hacer hincapié en su suelo, que debo decir que al igual que sus piedras y paredes, han claro hondo en mi , marcando una huella muy, muy personal, que llevo conmigo desde bien chiquitita.