La Provenza

En marzo del 2012 nuevamente unas fotos y  en esta ocasión algo más, llevó nuestros pasos a Francia, esta vez a la región de la Provenza, la tierra de la lavanda, no tengo ni idea desde cuando nació mi pasión por esta planta y todos, absolutamente todos sus derivados, pero si la ligera sospecha de quien me la infundó, será siempre una sospecha ya que nunca se lo llegué a preguntar.

La ruta de viaje fue la siguiente: Andorra, Carcasonne, Nimes, Aix-en-Provence,  Marsella,  Avignon, Andorra.
Algunas de las paradas eran evitables pero tremendamente arrolladoras, como la visita a Carcassone, que a pesar de estar tan relativamente cerca de casa y de las repetidas visitas que esto ha podido conllevar no me canso nunca de ir y mucho menos de fotografiar.
Otras las elegimos puramente por necesidad, aunque luego nos encantó el lugar, el mejor ejemplo de ello es Avignon, que sin aviso previo fue una ciudad que se instaló para siempre en mi memoria ( cosa tremendamente difícil, dicho sea de paso) y mi corazón.

Pasear por el recinto de La Cité siempre es un verdadero placer para la vista.
Vista general de la cité de Carcasonne.

Entre sus murallas siempre te espera alguna imagen cursiosa, aunque la hayas visto miles de veces, esperando que la apuntes con su objetivo.
A parte de la singularidad que ya de por si ofrece la cité de Carcassone, personalmente suelo aprovechar la visita para abastecerme de productos típicos de la región de Provenza que se que allí puedo encontrar, como jabones y sobretodo mi preciado aceite de lavanda.

A pesar de ser una de aquellas paradas obligatorias por cuestiones puramente logísticas, hay que reconocer que Nîmes no nos dejó para nada indiferentes; el anfiteatro Arena de Nîmes fué uno de los muchos monumentos que llamó poderosamente mi atención, que sea de origen romano puede tener algo que ver en ello. 

A nivel fotográfico suelo ser mas de campo que urbana, pero era realmente inevitable no disparar aquí ante tanto monumento.

La Maison Carrée es un templo romano consagrado al culto imperial en la ciudad francesa de Nimes.

Jardins de la fontaine en Nimes; paseo muy agradable, si ademas como era el caso el tiempo acompaña, muy cuidado con innumerables fuentes de agua y rincones donde la mezcla de arquitectura antigua y  naturaleza dan un toque especial al lugar.
La tour magne corona un paseo por los impresionantes jardines de la Fontaine.




















En Aix-en-Provence predominan las fuentes, de echo pueden utilizarse como ruta para visitar la ciudad, cada una con una particularidad, en esta concretamente el agua procede de la fuente termal de Bagniers y tiene una temperatura de 18ºC.
Venta de pescado fresco en el puerto de Marsella
Basilica de Notre-Dame de la Garde (nuestra señora de la Guarda) domina la ciudad de Marsella, una de las basílicas mas importantes de Francia, situada en la cima de una colina desde donde hay unas impresionantes vistas de la ciudad.  
Vistas de la ciudad desde la basílica, al fondo el archipiélago de Frioul y la fortificación del castillo de If. 
Catedral de Marsella conocida como  La basílica de Santa Maria la Mayor o la Mayor a secas, único en su género en Francia, evoca el Oriente por su estilo románico-bizantino. 

A pesar de mi escepticismo por la fotografía urbana no me pude resistir a esta escena ya que no me deja de parecer curioso dirigir a un grupo de estudiantes  hacia un cartel que reza: «salida de camiones»


Cabe destacar que a pesar de lo visto en las fotos la ciudad de Marsella me causó una gran decepción, ya que a parte de la zona del puerto y la de la basilica, el resto me pareció sucio y dejado, la verdad no me llevé una gran impresión, más bien al contrario.

El final de esta ruta por la Provenza Francesa lo marca la visita en Avignon; nuevamente y como me viene ocurriendo casi siempre en estos viajes, sobretodo por los de Francia, apenas sabia nada de esta ciudad Francesa, en esta ocasión ni siquiera había visto fotos que me atrajeran al lugar, simplemente se trataba de una parada necesaria en nuestro camino de vuelta, que sorprendentemente se convirtió en una muy grata sorpresa para nuestros ojos, a los que hay que decir que les faltó tiempo en esta bonita ciudad, capital del departamento de Vaucluse, en la región de Provenza-Alpes-Costa Azul.

Este destilador de lavanda y la ciudad de Avignon fueron lo más cerca que estuve de mi adorada planta y el origen real que me atrajo a la región, cosa que después de conocer ciudades como esta cambió, añadiendo más de un motivo para volver cuando sea posible, incluyendo en ello su gente que al contrario de lo que se oye de los franceses, debo decir que se esforzaban muchísimo por atendernos en castellano en cuanto se daban cuenta, (cosa que no tardaba mucho en pasar) de nuestro precario acento francés.
Detalle de una torre del Palacio de los papas en Avignon.
Calle de Avignon, me enamoró hasta el suelo.

Paseo hacia la muralla de Avignon
palacio de los papas; detalle 
gracioso contraste en las calles de Avignon.
Avignon vista general.