Una espontánea en las capuchinas

 

Se suele decir que las oportunidades no vienen solas sino que hay que crearlas.
Fotografiar insectos suele ser, al menos para mí, tarea de chinos, esos bichos diminutos se mueven aunque no lo parezca a una velocidad de vértigo y sobre todo cuando intentas fotografiarlos. 
Crear la oportunidad de hacerlo parecía una locura y a la vez mucho más sensato que dejárselo todo al azar, con esa mezcla de sensaciones me propuse al menos intentarlo.
Como ya he comentado en mas de una ocasión, no deja de asombrarme a mi misma el contrastes entre mi impaciencia y mi afición a la fotografía macro, para la cual es tan contraproducente la prisa y el estrés, así que una vez más las vacaciones serian una oportunidad para poner a prueba ambas, la paciencia y la fotografía macro. 
Normalmente  ( normalidad que palabra más bonita y casi extinta no?) las vacaciones al menos en nuestro caso solían implicar viajar ( de esta otra palabra ya hablamos en otro momento, eh? maldito virus) lo que coloquialmente se conoce como «carretera y manta» aunque en esta ocasión ha implicado casi exclusivamente lo de manta ya que lo de la carretera se ha limitado a unos escasos 10 kilómetros de distancia un par de veces y aunque algo es algo y se agradece muchísimo, no deja de saber a poco.
Así las cosas el objetivo principal de las vacaciones era hacernos cargo del huerto de casa y empezar a su vez un nuevo proyecto que nos durará, si todo va bien prácticamente todo el verano.

 Incluido está en ese mismo proyecto la atracción de insectos beneficiosos para las hortalizas y ya de paso también para el objetivo macro.
En un primer momento y cómo se puede observar en la primera foto me centré en las flores ya que era lo único que tenia seguro, tanto a nivel botánico como fotográfico.
Toda flor me suele parecer adecuada para fotografiar y más con el macro aunque la capuchina me llamó particularmente la atención por su forma y colores.
Con el macro tengo la sensación de tener una ayuda a la hora de encontrar composiciones a medida que voy haciendo mas fotos, cambiando de ángulo y experimentando composiciones que a simple vista y desde un principio me hubiera resultado imposible de ver.
Contando con esto y sabiéndolo de antemano me puse manos a la obra y sin darme cuenta me encuentro con que la composición ha sido invadida por un visitante, no diremos inesperado porque claro está que era lo que esperaba conseguir pero también es cierto que me sorprendió tanta efectividad y rapidez, aun así no dejé pasar la oportunidad porque como dicen; la suerte existe pero debe pillarte con la cámara en la mano.

Setas y efectos de luz

No es ningún secreto mi inquietud por aprender cosas nuevas, sobre todo en lo que referente a fotografía por eso tampoco es de extrañar que al toparme por internet con algunos trucos caseros, me lanzara a probarlos casi inmediatamente. Esta vez el tema era conseguir unos efectos de luz y evidentemente involucraba alguna que otra seta. 
Me resultó curioso como con cosas tan sencillas como tela de andamio, un bolso de lentejuelas y un spray de agua se pudieran conseguir ciertos efectos que como poco son resultones para el fondo. 
Últimamente me estoy encontrando con bastante utensilio, digamos casero con muy buenos resultados y me parecen una fantástica alternativa al gasto que suele conllevar el material fotográfico, sobretodo cuando no estamos seguros de si el uso que le vamos a dar va a merecer la inversión. 
Pronto explicaré un nuevo truco que estoy probando estos días, sólo una pista incluye setas y luz . ¡como no!