el mostruo del lago y la puesta de sol

Cuenta la leyenda…

Al igual que otros lagos como el Ness, el de Bañolas cuenta con una leyenda popular según la cual, fueron primero las tropas de Carlomagno quienes, aprovechando su estancia en la ciudad de Gerona, se acercaron a Bañolas para intentar reducir y matar al dragón. Y que fue el Emperador, embargado de ardor guerrero, quien tuvo que pedir ayuda a San Emeterio, un monje francés que llegó a tierras gerundenses con él para combatir a los moros. 
Cuando la bestia salió de su refugio se quedó mirando a aquel hombrecillo que no paraba de rezar y, como si de un cachorrillo se tratara, le siguió hasta la plaza. 
Después de este suceso, el santo milagrero fundó el monasterio de San Esteban de Bañolas, antes de irse a vivir a una cueva en medio de un espeso bosque donde no era posible adivinar si era de día o de noche. El monstruo regresó al lago, donde dicen que aún vive. 
A partir de ahí,  allá cada uno con su imaginación, esta claro que nos gustan las leyendas y que en ocasiones hasta creer que son ciertas. 
Yo solo sé, que durante nuestra estancia, mientras fotografiábamos la puesta de sol, había unas sombras muy sospechosas en el agua que bien podrían dar mucho, pero que mucho juego a la imaginación de algunos… (ahí lo dejo…. ). 

Segundas oportunidades y luz

A veces la vida te ofrece segundas oportunidades, eso he podido comprobar, al menos en lo que  a fotografía se refiere.

Las circunstancias y el coche me han vuelto a llevar a Banyoles y a su  lago con luz mágica, de la que ya hablé anteriormente;  (Ver entrada)
Está vez en una época del año diferente, con una cámara de fotos también diferente y con unos pocos de conocimientos y experiencia más.
El lugar era el mismo, sin duda; lo que había cambiado era mi mirada y lo que seguía igual era la magia de la luz. 
Esta vez me fijé en otras cosas, buscando (como intento hacer últimamente y no sólo a nivel fotográfico) darle una mirada diferente.
Intenté poner más atención en pequeños detalles, buscando salir un poco de lo típico, aunque no pude resistirme del todo.
Mostraré esta vez las más clásicas, ya que las «diferentes» están en modo de maceración, pero prontito os las podré enseñar.